Hace 11 años Andrea Viera fue empujada a
golpes para que atravesara el portón de entrada a la Comisaría 1ª de Florencio
Varela, en horas de la noche. La sacaron a la madrugada. No salió consciente de
ahí.
La trasladaron al Hospital Municipal “Mi
Pueblo”, luego de haberla dejado postrada en un coma irreversible hasta morir
por la brutalidad de los golpes, la vejación y el ahorcamieto al que la
sometieron Marta Jorgelina Oviedo, David Gutiérrez, Carlos Maidana, Oscar
Luciano Farías, Erica Parra, Marcelo Aquino, Diego Herrera, Luis Tachino,
Suriano y Ortega, todos bajo la conducción de José Sita y Rafael Ominelli, la
cúpula policial de la 1ª.
Gustavo Cardozo, su compañero, fue arrastrado
junto con ella, y torturado también. Pero no llegó a perder el conocimiento.
Sino que fue testigo de los gritos de su mujer desde el patio del edificio
policial, arrodillado y a los pisotones, puñetazos y patadas, durante toda la
noche y la madrugada que duró la sesión de torturas a la que sometieron a
Andrea., el 10 de Mayo de 2002.
Para los que hoy nos encontramos
honrando la memoria de Andrea, cualquier similitud con la bestialidad de los
grupos de tareas de la Dictadura o con la saña brutal y asesina de la extrema
derecha, no es casualidad.
Tampoco Walter Bulacio o Miguel Brú, son
casualidad. La Masacre de Budge, no fue casualidad. Ni Ezequiel Demonty ni
Luciano Arruga, son casualidad. No es casualidad ni tragedia el fusilamiento por la espalda que mató a Lucas
Rotela, en Baradero. Tampoco hay casualidad en los disparos policiales a
quemarropa contra Mauricio Ramos y Franco Almirón en José León Suárez, en
febrero de 2011. La muerte de Lautaro Bugatto atrapado por las balas
policiales, tampoco fue casualidad.
Tampoco son casualidad los miles de
adolescentes, jóvenes y niños que son maltratados, vulnerados en su condición
humana y social, víctimas de la Policía Bonaerense, del Servicio Penitenciario
Bonaerense y de la naturalización de la violencia institucional que sobre ellos
ejercen los sectores sociales, políticos, económicos y culturales más
reaccionarios y conservadores.
Por estas razones, la CTA, junto a Organismos
de DDHH, Organizaciones Sociales, Políticas y Culturales convocamos el 10 de
Mayo de este año al lanzamiento de la
Campaña Nacional Contra la Violencia Institucional para reflexionar y debatir propuestas democráticas de modo de fortalecer
acuerdos, promoviendo las medidas que permitan construir soluciones duraderas, herramientas
plurales e inclusivas que sean la alternativa al autogobierno policial, siempre
funcional a la reproducción de las redes de ilegalidad, con altos grados de
violencia institucional.
Fruto de la lucha social por una Justicia democrática y efectiva, el 16 de Septiembre de
2013 serán llevados a Juicio Oral y Público los asesinos de la Comisaría 1ª que faltaban,
algunos, por segunda vez: José Sita, Comisario; Rafael Ominelli, SubComisario,
Romina Nieto, Pedro Mensi y Marcelo Aquino; tan repudiables como los cómplices
que estarán sentados en el banquillo por torturar a Gustavo: los policías David
Leonardo Gutiérrez, Carlos Daniel Maidana y Oscar Luciano Farías.
Este nuevo juicio es producto del Compromiso,
de la Coherencia y de la Lucha de Eugenia Vázquez, hermana de Andrea Viera y
del acompañamiento de cada una de las
organizaciones que desde el año 2002 exigimos Juicio y Castigo, Cárcel Común y
Efectiva para los torturadores, asesinos y sus cómplices.
También, a 11 años, con la perseverancia en
el camino de la lucha por los derechos sociales, pudimos pasar de la
resistencia a las políticas de ajuste con represión a un proceso político con
la consolidación de nuevos pisos de igualdad social garantizados por políticas
de Estado populares, inclusivas, sostenidas y llevadas adelante desde el 25 de
mayo de 2003.
Hoy, seguimos avanzando en la Argentina con
una política de Derechos Humanos que continúa firme en el Juicio y Castigo a
los genocidas de la última dictadura cívico-militar, firme en la restitución de
la Identidad de los hijos de nuestros treinta mil compañeras y compañeros
detenidos desaparecidos, firme en el procesamiento de los asesinos de
Militantes y Trabajadores como Mariano Ferreyra y Carlos Fuentealba, causa en
la que seguimos exigiendo el Juicio y Castigo al responsable político e
intelectual, el ex gobernador de Neuquén, Jorge Sosbisch.
Avances firmes y sin represión ante la
Protesta Social pero, simultáneamente, exisitiendo innegables y repudiables excepciones a la
norma: La política represiva del Gobierno de la C.A.B.A., claro ejemplo de lo que no tiene que pasarnos
Nunca Más. Hechos como la avanzada a palazos, balas de goma y gases
lacrimógenos de la Policía Metropolitana para desalojar el Hospital Borda,
contra trabajadores y pacientes, con el fin de garantizar los negocios de los empresarios
inmobiliarios, socios de Maurizio Macri son hechos que merecen la condena
social y el proceso judicial que ponga presos a los responsables políticos y
materiales.
Este ensayo de la derecha, en la Ciudad de
Buenos Aires, reprimiendo la protesta social, quedó también plasmado con la
detención de Marcelo Ramón Ardeti y cuatro compañeros trabajadores del Estado
en la ciudad de La Plata el martes 14 de Mayo, por parte de la Policía y la
Justicia Bonaerense, apresados en sus lugares de trabajo, por fuerzas de
seguridad de civil, sin identificación, a los golpes y trasladados en
automóviles sin identificar, como en los siniestros operativos de desaparición
de personas que comandaron desde la Policía personajes como Camps y
Etchecolatz, durante la oscura noche de la dictadura cívico-militar.
Contra esto, seguimos comprometidos luchando
contra la Impunidad de las fuerzas de seguridad, porque esta lucha forma parte
indisoluble del Proyecto Nacional, Popular y Democrático.
Este proceso de consolidación que conduce el Gobierno Nacional, el firme y
paulatino avance en la conquista de Derechos Sociales, la defensa inclaudicable
de los Derechos Humanos en particular, es
el camino que recorre esta CTA de los Trabajadores desde el grito fundacional
de Burzaco con la brújula puesta en las Madres de Plaza de Mayo, en las
Abuelas, en los Familiares, en los compañeros de H.I.J.O.S., y en miles de
militantes y trabajadores.
No es fortuito que Eugenia Vázquez hiciera
suya a la CTA de Florencio Varela en aquella Marcha de la Resistencia, el 5 de
diciembre de 2002, cuando junto a las Madres continuábamos denunciando la
Entrega, la Impunidad y la Represión del modelo neoliberal que en ese momento
conducía Eduardo Duhalde desde un gobierno que no votó ningún argentino y que
fusiló a Maximiliano Kosteki y a Darío Santillán, bajo las órdenes y el mando
de un policía de la Bonaerense, Franchioti.
Esa reacción popular urgente contra la Impunidad, en Varela, nació con la unidad
en la acción de la Multisectorial que acompañó con su movilización año a año el
grito de Justicia por Andrea Viera, por Germán Laura, por Galván Plaza, por
Enrique Damián Romero, por la aparición de Nataly Gonzalo y tantos otros que
forman parte de la memoria colectiva y el grito de justicia varelense.
Hoy, no creemos que las políticas de seguridad del gobierno provincial aporten
ninguna solución integral a la Violencia Institucional. La acción firme desde
el Ministerio de Seguridad Provincial avalando por acción u omisión los delitos
flagrantes cometidos por integrantes de la bonaerense nos deben mantener atentos, impulsando la Campaña Nacional de
Lucha contra la Violencia Institucional y convocándonos a transformar la
Justicia democratizándola, convocando al debate y a la participación en una
construcción social conciente que enfrente al pensamiento de derecha que
reclama la baja en la edad de Imputabilidad, proponiendo políticas públicas que
profundicen la inclusión social, implementando el Sistema de Promoción y
Protección de Derechos de la Niñez en toda la Provincia y en Florencio Varela,
porque para profundizar la democracia
Nacional y Popular en nuestro distrito hay que garantizar la participación de
las organizaciones populares desde sus propuestas en las políticas del Estado,
a través de los mecanismos y ámbitos que conquistamos, que hoy son leyes
provinciales y nacionales.
Somos claros: Con los Derechos de los Pibes NO SE JODE.
Es insostenible la profundización de un Proyecto Nacional, Popular y
Democrático si la policía se gobierna sola en la provincia de Buenos Aires.
CONTRA
LA VIOLENCIA INSTITUCIONAL,
POR UNA
SEGURIDAD DEMOCRÁTICA Y POPULAR:
POR LA
DEMOCRATIZACIÓN DE LA JUSTICIA!
NI UN
PIBE MENOS!
ANDREA
VIERA, PRESENTE!
AHORA Y
SIEMPRE!